Tras un período de preparación o Pre-Instrumento, el niño está listo
para comenzar sus clases de Piano.
En dichas clases buscamos que los alumnos desarrollen gradualmente la
habilidad de tocar el instrumento, de
una forma natural tal como aprendieron a hablar su lengua materna. Al igual que
ocurre con el lenguaje hablado, los niños aprenden el instrumento escuchando,
imitando y repitiendo el ejemplo
brindado por sus referentes musicales.
Como con la lengua materna, los alumnos inician el aprendizaje instrumental a través del
desarrollo de su oído, por lo que es muy importante que escuchen periódicamente el CD con las canciones del repertorio Suzuki, que aprenderán
y afianzarán a través de la
práctica diaria. En este sentido el rol de los padres/madres es fundamental, ya
que son los guías de la práctica y los
encargados de crear el ambiente para que el niño desarrolle sus habilidades.
El trabajo conjunto entre los padres, el niño y el profesor es
indispensable para garantizar el éxito
del aprendizaje.
Además de sus clases individuales, los alumnos asisten periódicamente a Clases Grupales de piano. Estas son un complemento necesario, ya
que en ellas los niños tienen la posibilidad
de reforzar lo trabajado en las clases individuales, y de vivenciar otros
aprendizajes al interactuar musicalmente
con otros niños. La atmósfera
lúdica de las clases grupales contribuye a que los niños disfruten del quehacer musical,
lo cual es indispensable para desarrollar su amor por la música. Asimismo, a
través de los Talleres Kodaly
y Dalcroze, los niños también pueden tener una vivencia grupal de la música,
desarrollando en ellos su musicalidad,
amor por el canto y libertad en la expresión corporal, así como su habilidad
para trabajar en equipo.
Los alumnos se inician en la lectura musical una vez que
han desarrollado su oído, y han
alcanzado cierta fluidez en la ejecución
del instrumento. Los conocimientos de lectura musical son impartidos en el marco de las
clases individuales y grupales (donde los niños pueden afianzar y ampliar sus
conocimientos en esta área).
A través de la práctica instrumental los alumnos también
desarrollan otras habilidades además de las musicales: la autoestima; la
autodisciplina; la memoria; la
concentración; la atención; la capacidad
de expresarse y sociabilizarse a
través de la música, entre otras. De esta manera, el arte musical se convierte principalmente en un medio para
enriquecer la vida de los niños